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El intercambio rotario es muy común en los microfilamentos, sucede cuando se adicionan tantas actinas por un
extremo, como las que se pierden por el otro. Esto genera un movimiento interno del filamento, sin cambiar el
tamaño.
Las subunidades de actina están unidas a ATP (o GTP), al unirse al filamento naciente, se hidroliza el ATP.
Una vez hidrolizado el ATP, la subunidad (que ahora está unida a ADP/GDP) tiende a desensamblarse, ya que el
filamento tiene mayor afinidad por las unidades unidas a ATP. Por esta razón, el extremo (+) suele tener unidades
todavía unidas a ATP, y las del extremo (-) (que se unieron hace más tiempo), suelen tener subunidades unidas a
ADP. Esto explica que sea más fácil desensamblar el filamento por su lado negativo, que por su lado positivo.
La posibilidad que tiene el filamento de perder subunidades de actina unidas a ADP, le otorga una característica
llamada dinamismo.
Las propiedades y funciones de los filamentos están dadas por las proteínas o moléculas con las que se pueden
unir. Por ejemplo, la profilina (proteína) une monómeros de actina, y la tiamina (proteína) los separa. El complejo
ARP cataliza la polimerización de actinas, y puede interactuar con otros filamentos formando una malla de
filamentos. Estas mallas también se pueden formar por interacción con ciertas proteínas específicas.
Los complejos ARP están asociados a la membrana plasmática, entonces la malla suele formarse por debajo
de la membrana, lo que se denomina córtex celular. Esta es fundamental para el movimiento celular, ya que la
membrana se desliza sobre ella.
Los filamentos también se pueden organizar paralelamente formando haces. Los haces pueden estar
separados entre sí por mucho espacio a través de proteínas, o estar más juntos formando microvellosidades.
La proteína motora de los MF es la miosina, la cual se mueve sobre los microfilamentos en una dirección
determinada (la mayoría de las veces hacia el extremo +). La contracción muscular, se debe a un tipo de miosina
específica que une los filamentos con ATP, y con su hidrólisis se desplaza hacia otro.
Microtúbulos (MT): al igual que los MF, sus extremos son distintos. También poseen uno con mayor
velocidad de crecimiento “+”, y otro con menor “-”.
Se organizan en la célula de distintas formas dependiendo de la fase en la que se encuentra (metafase,
interfase, etc). Existen regiones en la célula que activan la polimerización o despolimerización de estos, por
ejemplo los centrosomas cerca del núcleo, estimulan su crecimiento.
Las cilias y flagelos están formados por microtúbulos.
Sus subunidades están unidas a GTP en el extremo +, y a GDP en el -. Por lo que poseen, al igual que los MF,
dinamismo. Gracias a esto, dependiendo de la situación pueden entrar en catástrofe (degradación del MT) o
rescate (elongación del MT). Para esto hay proteínas que estabilizan o desestabilizan los MT, algunas se unen al
extremo positivo evitando la catástrofe, y otras la facilitan.
En los MT, las proteínas motoras tienen un funcionamiento similar al de la miosina, y se clasifican en kinesinas
y dineínas. Las kinesinas se mueven hacia el extremo +, y las dineínas hacia la dirección contraria. El transporte
de vesículas en la célula, está mediado por estas proteínas motoras.
El citoesqueleto de MT, organiza los organelos celulares dentro de la célula de forma no aleatoria.
Las cilias y flagelos son prolongaciones de membrana plasmática que mueven el fluido circundante (mucosa)
o mueven a la célula, respectivamente. Las cilias predominan en el tejido respiratorio. La mayoría de las células
tienen cilias, ya que permiten la comunicación de la célula con su entorno. El movimiento ciliar depende de las
proteínas motoras.
Filamentos intermedios (FI): con una dimensión aproximada de 10nm, los FI se encuentran en el citoplasma
y núcleo de la célula. No están presentes en todos los metazoarios (todo ser pluricelular), e incluso no están
presentes en todas las células de los vertebrados. Por tanto, no tienen una conservación evolutiva fuerte a
diferencia de los filamentos antes descritos.
Sus subunidades son proteínas filamentosas, de a 2 proteínas se van enrollando entre sí, y los dímeros
formados también se enrollan con otros dímeros formando una subunidad soluble. 4 tetrámeros de estos dímeros
enrollados, forman un filamento intermedio joven, y 8 tetrámeros forman el filamento maduro.
Este enrollamiento, otorga mucha resistencia a la estructura de los FI, porque establece muchas interacciones
por cada vuelta. Además, a diferencia de los MT (que son huecos), los FI son estructuras macizas. Razón por la
cual son filamentos muy flexibles y resistentes, pero no poseen dinamismo. Su despolimerización es difícil aunque
no imposible, y sus extremos son idénticos, por lo que el filamento no está polarizado en cuanto a la K
eq
.
Tampoco poseen proteínas motoras, ni están unidos a ATP u otros nucleótidos, por lo que no presentan
hidrólisis.
Los FI forman parte de los tejidos, anclando a las células. Aunque no se conoce el proceso concreto de
polimerización o despolimerización, se sabe que pueden incorporar subunidades nuevas aún cuando ya están
formados (maduros). Estos están formados por proteínas hélice alfa diferentes entre cada tipo celular. Por ejemplo,
el epitelio tiene queratina, las células nerviosas neurofilamentos, etc.
En el núcleo, los FI forman la lámina nuclear. En la mitosis esta se desarma tras una fosforilación. Los filamentos
intermedios de las células se comunican con los de otras a través de unas uniones llamadas endosomas.
Asimismo, los FI se pueden unir a los otros tipos de filamentos (MT y MF) gracias a proteínas específicas que
funcionan como puentes de enlace.
Los filamentos del citoesqueleto están organizados en haces y retículos.