Como anteriormente mencionamos toda hipótesis involucra o se entiende en el contexto de
determinada teoría, lo mismo ocurre con las leyes. Por lo tanto, las proposiciones llamadas
hipótesis o leyes se entienden sólo en el contexto de la estructura de proposiciones
denominada teoría.
La teoría es una estructura de conceptos coherente; es un sistema de proposiciones de
diferente nivel de generalización relacionadas de manera lógica entre sí, que explican un
sector de la realidad natural o social. Toda teoría puede ser sustituida por otra con mayor
calidad explicativa de los fenómenos estudiados.
Actualmente existen muchas teorías en torno a los objetos que estudian la física, la biología,
la sociología, la psicología, la filosofía, y en general todas las ciencias. Por ejemplo, en
psicología es posible encontrar corrientes teóricas como el conductismo, el psicoanálisis, el
cognoscitivismo y la Gestalt, entre otras, que pueden estudiar los mismos hechos desde el
punto de vista psicológico y, sin embargo, sus explicaciones son notablemente distintas.
En síntesis, la teoría busca describir, explicar y predecir los hechos de la realidad a los que
hace referencia, es la base de toda investigación científica. Es decir, no podemos investigar
sin una teoría que sustente nuestras prácticas. De allí que toda teoría tenga un fundamento
filosófico, que es su razón de ser; y de allí que responda a una ideología en particular. En
este contexto, como se mencionó en la Unidad 2, no existe neutralidad en la actividad
científica, sino que la misma está permanentemente atravesada por cuestiones filosóficas,
ideológicas, psicológicas y sociales, entre otras.
Una vez que se formula el problema de investigación y se elabora la hipótesis, la etapa
siguiente es la aplicación de determinados métodos que posibiliten acercarnos a la
corroboración o refutación de dichos enunciados.
El hecho es lo que ocurre, un fenómeno, una percepción (conocimientos previos del
individuo), un fragmento de la realidad objetiva que puede captarse o aprehenderse a través
de la puesta en práctica de una serie de herramientas materiales y teóricas que son con las
que cada disciplina en particular cuenta. Los hechos solo pueden reconocerse y
diferenciarse a partir de los conocimientos previos que el sujeto observador posee.
El hecho es el fundamento de la teoría, porque a partir de él se construye una explicación
teórica del mismo. Es decir, si no se identificara un hecho, un suceso, un fenómeno, etc. no
existirían los esquemas teóricos que conocemos. Por lo dicho anteriormente se deduce que
la contrastabilidad (recordemos que significa “la propiedad de una proposición o teoría para