EL YO Y EL ELLO
CAPITULO I
Freud comienza el primer capítulo destacando lo que constituye la premisa básica del
psicoanálisis, la diferenciación entre conciencia e inconciente.(1°TPC)
En la primera tópica, este fenómeno fue abordado en sentido descriptivo y dinámico.
Uno de los aspectos teorizados en sentido descriptivo, fue dar cuenta de cómo una
representación puede ser conciente, latente (susceptible de conciencia) o inconciente.
Con respecto a la dinámica psíquica, se ocupaba de aquellos procesos anímicos o
representaciones que como cualesquiera otras representaciones, pueden tener plenas
consecuencias para la vida anímica, sin devenir concientes.
Según la teoría psicoanalítica, tales representaciones no pueden ser concientes porque
existe una fuerza que se opone a ello.
Aquí están implicados los fenómenos de la represión y la resistencia.
La represión corresponde al estado en que se encontraban aquellas representaciones
antes de que se las hiciera concientes en el trabajo analítico, mientras que la resistencia
implica la fuerza que produjo y mantuvo la represión.
Según Freud, es de la doctrina de la represión de donde se extrajo el concepto de
inconciente. Lo reprimido constituye el modelo de lo inconciente.
Por último, Freud retoma la diferenciación entre dos clases de inconciente: lo latente
(aunque susceptible de conciencia) y lo reprimido (que en si es insusceptible de
conciencia).
Lo inconciente en sentido descriptivo corresponde al PRECONCIENTE, mientras que
INCONCIENTE a lo reprimido inconciente dinámicamente.
Aquí es donde Freud asegura que EN EL CURSO DEL TRABAJO ANALÍTICO SE
EVIDENCIA QUE ESTOS DISTINGOS NO BASTAN, SON INSUFICIENTES EN LA
PRACTICA.
Según el autor, la más significativa es la siguiente: el YO hasta el momento era concebido
como la organización de los procesos anímicos en una persona, DEL CUAL DEPENDIA
EXCLUSIVAMENTE LA CONCIENCIA, el acceso a la motilidad, la censura onírica y la
represión.
El hecho crucial es que a raíz de las indagaciones llevadas a cabo en base a la práctica
analítica, se descubrió EN EL YO EXISTE ALGO QUE ES TAMBIEN INCONCIENTE,
QUE SE COMPORTA EXACTAMENTE COMO LO REPRIMIDO, vale decir,
EXTERIORIZA AFECTOS INTENSOS SIN DEVENIR A SU VEZ CONCIENTE , y se
necesita de un trabajo particular para hacerlo conciente.
Esto condujo a que se produzca un viraje en la teoría analítica sobre la CONCEPCION DE
LA NEUROSIS COMO UN CONFLICTO ENTRE LO CONCIENTE Y LO INCONCIENTE.
Se hizo necesaria la introducción de UNA CONCEPCION ESTRUCTURAL DE LA
VIDA ANIMICA, sustituyendo dicha OPOSICION POR OTRA: LA OPOSICION ENTRE
EL YO COHERENTE Y LO REPRIMIDO ESCINDIDO DE EL.
En la INTELECCION ESTRUCTURAL Freud propone un discernimiento fundamental para
el psicoanálisis, según el cual LO ICC NO COINCIDE CON LO REPRIMIDO; SIGUE
SIENDO CORRECTO QUE TODO REPRIMIDO ES ICC, PERO NO TODO ICC ES
REPRIMIDO.
De esta manera, Freud asegura que UNA PARTE DEL YO ES INCONCIENTE.
También aclara que esto ICC DEL YO no es latente en el sentido del PRCC, pues si así
fuera no podría ser activado sin devenir CC y el hacerlo conciente no depararía
dificultades tan grandes.
Por último, Freud establece que estos discernimientos dieron lugar a que en la teoría
psicoanalítica se conciba un TERCER ICC-NO REPRIMIDO, LO CUAL DA A LUGAR
A QUE EL CARÁCTER DE LA INCONCIENCIA PIERDA SIGNIFICATIVIDAD.
PASA A SER UNA CUALIDAD MULTIVOCA.
CAPITULO II – EL YO Y EL ELLO
Desarrollos introductorios
La distinción entre Cc- Prcc- Icc no basta para explicar diferentes situaciones a la que nos enfrenta la
práctica del psicoanálisis.
La diferencia efectiva entre una representación (un pensamiento) Icc y una Prcc. La conexión con las
representaciones-palabra.
Lo visto y lo oído: los restos de palabra provienen, en lo esencial, de percepciones acústicas y visuales
La serie placer - displacer. Un otro cuantitativo - cualitativo.
Las sensaciones y sentimientos sólo devienen concientes de manera directa al alcanzar el sistema P. Las
sensaciones, aun cuando se liguen a representaciones – palabra, no deben a ellas su devenir conciente.
El problema del dolor. El carácter esforzante de las sensaciones displacenteras, la tendencia a la
descarga (articular con cap. IV de “Más allá...”).
La autocrítica y la conciencia moral pueden ser inconcientes y, como tales, exteriorizar efectos importantes
(ver final del capítulo 2).
YO
En el comienzo del capítulo, Freud considera que a raiz del hallazgo de que también el YO
puede ser inconciente en el sentido genuino, se propone averiguar más acerca de esta
instancia psíquica.
En primer lugar, propone edificar una representación del YO, compuesto por el Sistema P
(percepción) y por el sistema Prcc, el cual se apuntala en restos mnémicos.
Luego agrega que lo que conocemos como YO se comporta en la vida de manera
esencialmente pasiva y que, según una expresión de Groddeck, somos “vividos por
poderes ignotos e ingobernables”.
Luego define al YO como a la esencia que parte del sistema de la percepción y que es
primero preconciente, y denomina ELLO al “otro psíquico, un otro cuantitativo-cualitativo” *
en el cual el YO se continua y se comporta como Icc.
*lo que deviene conciente como placer-displacer (serie) en el decurso anímico.
De esta manera, el individuo puede concebirse en el psicoanálisis como un ELLO
PSIQUICO, NO DISCERNIDO E INCONCIENTE, sobre el cual se ASIENTA EL YO, a
modo de superficie, desarrollado desde el sistema de la percepción como si fuera su
núcleo.
El YO es la PARTE DEL ELLO ALTERADA POR LA INFLUENCIA DIRECTA DEL MUNDO
EXTERIOR, con mediación del sistema P y la Cc.
Además, se empeña en hacer valer sobre el ELLO el INFLUJO DEL MUNDO EXTERIOR,
así como sus propósitos propios.
Una de sus principales tareas es intentar REMPLAZAR EL PRINCIPIO DE PLACER QUE
RIGE EXTRICTAMENTE EN EL ELLO, por el PRINCIPIO DE REALIDAD.
Para el YO, la PERCEPCION cumple el papel que en EL ELLO CORRESPONDE A LA
PULSION.
El YO puede concebirse como el representante de la razón, mientras que el ELLO es el
RESERVORIO DE LAS PULSIONES.
La importancia funcional del yo se expresa en el hecho de que normalmente le es
asignado el gobierno sobre los accesos a la motilidad. Freud explica que la fuerza para
cumplir con este rol la toma del ELLO, tratando de TRASPONER EN ACCION LA
VOLUNTAD DEL ELLO COMO SI FUERA LA SUYA PROPIA.
Además del influyo del sistema P, en la genesis del YO y su separación del ELLO, el
CUERPO desempeña un papel crucial.
La SUPERFICIE del mismo es un sitio DEL QUE PUEDEN PARTIR SIMULTANEAMENTE
PERCEPCIONES INTERNAS Y EXTERNAS.
Freud asegura que EL YO es sobre todo una ESENCIA CUERPO, la PROYECCION DE
UNA SUPERFICIE.
Cabe considerarlo entonces como la PROYECCION PSIQUICA DE LA SUPERFICIE DEL
CUERPO, además de REPRESENTAR LA SUPERFICIE DEL APARATO ANIMICO.
SUPERYO
Para el desarrollo teorico de esta instancia psíquica, Freud retoma el Complejo de Edipo
para dar cuenta de lo siguiente: CON LA DEMOLICION DEL COMPLEJO DE EDIPO
TIENE QUE SER RESIGNADA LA INVESTIDURA DE OBJETO DE LA MADRE.
Puede tener dos diversos desenlaces: O BIEN UNA IDENTIFICACION CON LA MADRE,
O UN RESFUERZO DE LA IDENTIFICACION (primaria)-PADRE.
La salida y el desenlace de la situación del Edipo en IDENTIFICACION-PADRE o
IDENTIFICACION-MADRE depende en ambos sexos de la intensidad relativa de las dos
disposiciones sexuales, la masculina y la femenina.
Este es uno de los modos en que la BISEXUALIDAD CONSTITUCIONAL DEL INDIVIDUO
interviene en los destintos del complejo de Edipo.
Ahora bien, según Freud, como resultado mas universal de la FASE SEXUAL gobernada
por el complejo de Edipo, se produce una SEDIMENTACION EN EL YO, que consiste en
el ESTABLECIMIENTO DE LAS DOS IDENTIFICACIONES, unificadas de alguna manera
entre si. Esto implica una ALTERACION EN EL YO, que recibe una POSICION
ESPACIAL: se enfrenta al otro contenido del yo como IDEAL DEL YO O SUPERYÓ.
Aquí Freud aclara que el SUPERYÓ no es simplemente un residuo de las primeras
elecciones de objeto en el ELLO, sino que tiene la significatividad de una energica
formación reactiva frente a ellas.
Su vinculo con el YO no se agota en una advertencia “asi debes ser” (a raiz de la
IDENTIFICACION PRIMARIA con el padre) sino que comprende también la prohibición de
que “no te es licito ser”, como el padre.
La advertencia y la prohibición estan mas bien ligadas con el IDEAL DEL YO, en tanto
representante de la LEY en la vida anímica.
Debe su genesis a la represión del complejo de Edipo, discerniendo en los progenitores
(especialmente en el padre) el OBSTACULO para la realización de los DESEOS DEL
EDIPO, y llevando a que el YO INFANTIL para fortalecerse erija dentro de si ese mismo
obstáculo. Toma de la figura parental la fuerza para lograrlo.
Con respecto al SUPERYÓ propiamente dicho, conserva el carácter del padre. Cuanto
mas intenso fue el complejo de Edipo y mas rápido se produjo su represión, TANTO MAS
RIGUROSO DEVENDRÁ DESPUES EL IMPERIO DEL SUPERYÓ COMO CONCIENCIA
MORAL, o también como SENTIMIENTO INCONCIENTE DE CULPA sobre el YO.
Esto da cuenta de lo que Freud denomina como EL IMPERATIVO CATEGORICO DEL
SUPERYÓ.
Luego retoma la GENESIS DEL SUPERYÓ, atribuyendo una de sus principales causas al
DESVALIMIENTO Y LA DEPENDENCIA DEL SER HUMANO DURANTE SU
PROLONGADA INFNCIA y la acometida en dos tiempos de la vida sexual.
Tambien agrega que la SEPARACION DEL SUPERYÓ RESPECTO DEL YO procura la
EXPRESION DURADERA DEL INFLUJO PARENTAL. Lo denomina la AGENCIA
REPRESENTANTE de nuestro VINCULO PARENTAL.
El superyó es, por lo tanto, el LA HERENCIA DEL COMPLEJO DE EDIPO y la
EXPRESION DE LAS MAS POTENTES MOCIONES y los mas IMPORTANTES
DESTINOS LIBIDINALES DEL ELLO.
Mediante su institución, el YO se “apodera” del complejo de Edipo y simultáneamente se
somete el mismo al ELLO.
Mientras que el YO es esencialmente REPRESENTANTE DEL MUNDO EXTERIOR, DE
LA REALIDAD, el SUPERYÓ se le enfrenta como “abogado” del mundo interior, del ELLO.
CAPITULO V- LOS VASALLAJES DEL YO
El YO se forma en buena parte desde IDENTIFICACIONES que toman el relevo de
INVESTIDURAS RESIGNADAS DEL ELLO. Las PRIMERAS de estas identificaciones se
comportan regularmente como una INSTANCIA PARTICULAR dentro del yo: SE
CONTRAPONEN AL YO COMO SUPERYÓ.
El SUPERYO debe su posición particular dentro del YO o RESPECTO DE EL, la facultad
de CONTRAPONERSE AL YO Y DOMINARLO, es consecuencia de la ENDEBLEZ Y
DEPENDENCIA del YO INFANTIL.
Así como el niño estaba compelido a obedecer a sus progenitores, de la misma manera el
YO se somete al IMPERATIVO CATEGORICO DEL SUPER.
Según Freud, el hecho de que esta instancia descienda de las primeras investiduras de
objeto del ELLO y por tanto del complejo de Edipo, conlleva a que el SUPER
mantenga una duradera afinidad con el ELLO, y PUEDE SUBROGARLO FRENTE AL
YO.
Se “sumerge” profundamente en el ELLO, en razón de lo cual está MAS
DISTANCIADO DE LA CONCIENCIA QUE EL YO.
Luego el autor retoma las observaciones clínicas para destacar un fenómeno crucial (EL
CUAL IMPLICA DOS FACTORES ABARCADOS POR EL SUPERYO ฀ IDEAL DEL YO Y
CONCIENCIA MORAL (función)): en algunos pacientes, toda solución parcial cuya
consecuencia debería ser una mejoría o suspensión temporal de los síntomas, como de
hecho lo es en otras personas, LES PROVOCA UN REFUERZO MOMENTANEO DE SU
PADECER.
EMPEORAN EN EL CURSO DEL TRATAMIENTO EN VEZ DE MEJORAR. Esto es
denominado por Freud como REACCION TERAPEUTICA NEGATIVA, lo cual implica uno
de los peores obstáculos para el tratamiento.
En sus investigaciones acerca de sus causas, Freud arriba a la intelección de que se
trata de un factor “MORAL”, DE UN SENTIMIENTO INCONCIENTE DE CULPA QUE
HALLA SU SATISFACCION EN LA ENFERMEDAD Y NO QUIERE RENUNCIAR AL
CASTIGO DEL PADECER.
Ahora bien, ese sentimiento de culpa es MUDO para el enfermo; no se siente CULPABLE,
SINO ENFERMO. Solo se exterioriza en una RESISTENCIA A LA CURACION, difícil de
reducir.
A raíz de este fenómeno particular, Freud lo atribuye a la conducta del IDEAL DEL YO,
agregando que probablemente es el factor que decide la gravedad de una neurosis.
Con respecto al sentimiento de culpa normal y conciente, LA CONCIENCIA MORAL
propiamente dicha, descansa en la TENSION ENTRE EL YO Y EL IDEAL DEL YO, la
condena” del yo por su INSTANCIA CRITICA.
Prosiguiendo en su desarrollo de los factores abarcados POR el SUPERYO, tanto el
IDEAL DEL YO COMO LA CONCIENCIA MORAL, Freud explica que gran parte del
sentimiento de culpa tiene que ser normalmente INCONCIENTE, ya que la GENESIS de
la CONCIENCIA MORAL se enlaza de manera íntima con el complejo de Edipo, que
pertenece al INCONCIENTE.
En todos estos fenómenos, el SUPERYÓ da cuenta de su INDEPENDENCIA DEL YO
CONCIENTE, Y DE SUS INTIMOS VINCULOS CON EL YO CONCIENTE.
Luego Freud se propone elucidar por cuales motivos EL SUPERYÓ SE EXTERIORIZA
ESENCIALMENTE COMO SENTIMIENTO DE CULPA, o CRITICA ya que el sentimiento
implica una percepción del yo frente a esa crítica, DESPLEGANDOSE CONTRA EL YO
CON TANTA DUREZA Y SEVERIDAD.*
En su teorización acerca del fenómeno, arriba a la conclusión de que es debido a que las
PULSIONES DE MUERTE son tratadas de diversas maneras en el individuo: EN PARTE
SE LAS TORNA INOFENSIVAS POR MEZCLA CON COMPONENTES EROTICOS, EN
PARTE SE DESVIAN HACIA AFUERA COMO AGRESION , pero EN BUENA PARTE
PROSIGUEN SU TRABAJO EN EL INTERIOR SIN SER OBSTACULIZADAS.
Retomando la noción de la MORALIDAD, Freud destaca el siguiente hecho fundamental:
EL ELLO ES TOTALMENTE AMORAL, EL YO SE EMPEÑA POR SER MORAL,
MIENTRAS QUE EL SUPERYÓ ES HIPERMORAL Y ENTONCES PUEDE VOLVERSE
TAN CRUEL COMO UNICAMENTE PUEDE SERLO EL ELLO.
Se da que en el ser humano, cuanto más limita su agresión (PULSION DE MUERTE)
hacia afuera, tanto MAS *SEVERO Y POR ENDE MAS AGRESIVO* SE TORNA EN SU
IDEAL DEL YO, aumentando la inclinación del IDEAL DEL YO A AGREDIR AL YO
Luego introduce una ulterior puntualización: el SUPERYÓ se engendra por una
identificación con el ARQUEOTIPO PATERNO. Cualquier identificación de esta clase tiene
el carácter de una DESEXUALIZACIO o SUBLIMACION.
A raíz de tal TRANSPOSICION, se produce una DEZMEZCLA DE PULSIONES: tras la
SUBLIMACION, EL COMPONENTE EROTICO YA NO TIENE MAS LA FUERZA PARA
LIGAR TODA LA DESTRUCCION ALEADA CON EL, Y ESTA SE LIBERA COMO
INCLINACION A DE AGRESION Y DESTRUCCION.
SERIA DE ESTA DEZMECLA DE DONDE EL IDEL DEL YO EXTRAE TODO EL SESGO
DURO Y CRUEL DEL IMPERIOSO “DEBER-SER”.
LOS VASALLAJES DEL YO
Las principales elucidaciones obtenidas acerca del YO en el marco teórico de la primera
tópica psicoanalítica daban cuenta de sus principales funciones, tales como el
ordenamiento temporal de los procesos anímicos y su sometimiento al examen de
realidad, el aplazamiento de las descargas motrices y el gobierno de la motilidad
voluntaria.
Con la introducción de la segunda tópica psíquica, el YO es teorizado como la instancia
que se enriquece a raíz de todas las experiencias provenientes del mundo exterior. Pero el
ELLO también constituye su otro mundo exterior, el cual procura (INTENTA) SOMETER.
Sustrae LIBIDO AL ELLO, TRANSFORMA LAS INVESTIDURA DE OBJETO DEL ELLO
EN CONFORMACIONES DEL YO.
Freud explica que hay DOS CAMINOS por los cuales el CONTENIDO DEL ELLO puede
PENETRAR EN EL YO: uno es el directo y el otro a través del IDEAL DEL YO.
Esto implica que el YO se desarrolla desde la PERCEPCION DE LAS PULSIONES (QUE
PARTEN DEL ELLO) hacia su GOBIERNO sobre estas, desde la obediencia a las
pulsiones hacia su inhibición. En esta operación participa intensamente el IDEAL DEL yo,
como una FORMACION REACTIVA frente a los PROCESOS PULSIONALES DEL ELLO.
Pero a su vez, Freud introduce un argumento fundamental para la concepción del YO.
Pese a las funciones que cumple y su empeño en someter las pulsiones que parten del
ELLO, el autor asegura que sufre la amenaza de 3 CLASES DE PELIGROS,
LOS
VASALLAJES DEL YO
:
De parte del mundo exterior, de la LIBIDO DEL ELLO y de la SEVERIDAD DEL
SUPERYÓ.
Como ser fronterizo, el YO quiere mediar entre el MUNDO Y EL ELLO, hacer que el ELLO
obedezca al mundo y a través de sus propias –acciones musculares- hacer que el mundo
vaya acorde a los DESEOS DEL ELLO.
ANGUSTIA
Freud también asegura que a los 3 peligros previamente descritos, corresponden 3
clases de angustia, YA QUE LA ANGUSTIA ES LA EXPRESION DE UNA RETIRADA
FRENTE AL PELIGRO.
Entre los VASALLAJES DEL YO, Freud asegura que el más particular es el que lo
somete AL SUPERYÓ.
El YO CONSTITUYE EL GENUINO ALMACIGO DE LA ANGUSTIA . Al ser amenazado
por 3 clases de peligro desarrolla el REFLEJO DE HUIDA RETIRANDO SU PROPIA
INVESTIDURA DE LA PERCEPCION AMENAZADORA, O DEL PROCESO DEL ELLO
ESTIMADO AMENAZADOR, para luego transformar esa INVESTIDURA COMO
ANGUSTIA. (Esto es debido a que el YO ES PUESTO EN GUARDIA POR EL PRINCIPIO
DE PLACER)
Con respecto a la ANGUSTIA DEL YO FRENTE AL SUPERYO , LA DENOMINADA
ANGUSTIA DE LA CONCIENCIA MORAL, Freud explica que su génesis se debe a que
el IDEAL DEL YO implica la AMENAZA DE CASTRACION , por tanto es LA ANGUSTIA
DE CASTRACION lo que constituye el NUCLEO sobre el cual se DEPOSITÓ LA
POSTERIOR ANGUSTIA DE LA CONCIENCIA MORAL.
La ANGUSTIA DE CASTRACION es la que se continúa como ANGUSTIA DE LA
CONCIENCIA MORAL.
*Angustia de muerte: (yo y superyó-superyó protector ฀ padre)
Freud asegura que incluso la ANGUSTIA DE MUERTE puede ser concebida AL IGUAL
QUE LA ANGUSTIA DE LA CONCIENCIA MORAL como UN PROCESAMIENTO DE LA
ANGUSTIA DE CASTRACION.
Esto también tiene implicancia en el SENTIMIENTO DE CULPA EN LAS NEUROSIS, YA
QUE PUEDE RESFORZARSE POR EL DESARROLLO DE ANGUSTIA ENTRE EL YO Y
SUPERYO (A.DE CASTRACION, A. DE MUERTE, A. DE LA CM)
Por último, Freud explica que en el fundamento de estos desarrollos, el ELLO influye por
ser SUBROGADO POR EL SUPERYO ANTE EL YO. El ELLO no tiene medio alguno por
testimoniar AMOR U ODIO hacia el YO.
Propone una figuración donde Eros(pulsión de vida) y pulsión de muerte luchan en el
ELLO : es como si EL ELLO ESTUVIERA BAJO EL IMPERIO DE LAS MUDAS PERO
PODEROSAS PULSIONES DE MUERTE, QUE TIENEN REPOSO, y querrían LLAMAR
A REPOSO A EROS, el “perturbador de la paz” “alboroto” SIGUIENDO LAS SEÑAS
DEL PRINCIPIO DE PLACER.
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