Si bien es el cumplimiento de un largo proceso histórico, su desarrollo más pleno se dio a partir
de los años cincuenta. Desde ese entonces el Estado Social adquiere con más consistencia las
tres características centrales:
• Neocorporativismo: Corporativismo informal e imperfecto, en el ámbito del cual las
organizaciones sindicales, patronales y gubernamentales intentan compatibilizar sus
diversos intereses (acuerdos) en salarios, políticas de inversiones, empleo, impuestos,
etc. Implica que los grandes grupos de intereses adquieren una capacidad decisional
sobre temas de relevancia nacional, una capacidad que es del todo exterior al circuito
liberal tradicional, contradicción para la idea liberal de parlamento.
Hay dos características importantes de los procedimientos corporativos necesarios a
subrayar.
A. Los sindicatos tienden a operar como representantes de los trabajadores
sindicalizados que disponen de una mayor capacidad de presión. Los que no
trabajan en grandes empresas no tienen posibilidad de hacer oír sus intereses.
B. Elemento de rigidez. Los sindicatos se convierten en un vínculo que debe ser
tomado en cuenta si se quiere que sigan asumiendo su función colateral de
control.
• Welfare State (Estado de Bienestar): Concepto de las ciencias políticas con el que se
designa una propuesta política o modelo general del Estado y de la organización social,
según la cual el Estado provee servicios en cumplimiento de derechos sociales a los
ciudadanos de un país.
Es la extensión creciente de la red de seguridad social y de educación de masas. A
partir de los años posteriores a la segunda guerra mundial que el Estado de Bienestar
se convierte en una pieza decisiva de la organización social del capitalismo avanzado.
El elemento que activa la creciente importancia de los sistemas de jubilación, subsidio
al empleo, educación pública y asistencia sanitaria. Para garantizar la estabilidad social
en un mundo caracterizado por la presencia permanente de grandes organizaciones
sindicales y por una situación de casi pleno empleo, se va imponiendo la política de
redistribución social del ingreso.
El desarrollo de las políticas de bienestar se ha dividido históricamente en dos grandes
y distintos procesos: por un lado, las conquistas sostenidas por amplias luchas de
trabajadores y, por el otro, las concesiones otorgadas “desde arriba” para evitar el
desencadenamiento de conflictos potenciales.
El Estado proporciona a ciertos grupos de ciudadanos un conjunto de prestaciones
denominado como “salario social”.
• Estado Administrador (Interventor): Presencia del Estado como interventor y
regulador en la economía.
Se han desarrollado dos fenómenos de gran trascendencia. En primer lugar, la
extensión de normas y reglamentos cada vez más precisos y detallados para la acción
de empresas. Y en segundo lugar, una tendencia al desequilibrio en las cuentas
públicas, proveniente de los gastos sociales y del gasto de apoyo al desarrollo.
Es este Estado Social que la crisis de mediados de los setenta comienza a golpear.