Conferencia de Yalta
En Yalta (ubicada en Crimea, al Sur de la URSS), los “Tres Grandes” (Churchill, Roosevelt y Stalin), se reunieron entre
el 4 y el 11 de febrero de 1945 para coordinar sus planes de guerra en un momento en el que las operaciones contra
las potencias del Eje (Alemania, Japón e Italia) habían entrado en un punto decisivo. Churchill, Roosevelt y Stalin
intentaron llegar a un acuerdo lo más amplio posible sobre los puntos de fricción que les separaban en lo referente
al futuro de una Europa que se preveía prontamente liberada de la dictadura
hitleriana.
Acordaron decisiones para avanzar al final del conflicto y definir la futura
suerte de Europa, en especial Alemania y Polonia y construir una nueva
organización internacional encargada de preservar la paz. El comunicado
final de la conferencia establece la partición de Alemania y Berlín,
atribuyéndose zonas de ocupación según el avance de las tropas aliadas en
territorio alemán. Francia también fue integrada en el reparto. La situación
en el momento de la Conferencia favorecía claramente a Stalin.
Si bien es cierto, Francia no había sido invitada a la Conferencia, finalmente
fue contemplada por los líderes Aliados, Churchill, Roosevelt y Stalin, como uno de los países vencedores, que
merecía y debía hacerse cargo del futuro de Alemania. Respecto de este punto, Charles Zorgbibe señala que si bien
la Francia de De Gaulle había sido excluida de la Conferencia Interaliada, principalmente porque Roosevelt no
reconocía la total legitimidad del gobierno establecido en ese país, la alusión a las zonas de ocupación llevó a los
líderes aliados a tratar sobre el papel de Francia en Alemania. Churchill deseaba atribuir una zona de ocupación a
Francia, que sería constituida a partir de las zonas americana y británica; Stalin desaprobó la idea, pero cedió
cuando Roosevelt intervino a favor de la propuesta de Churchill, sosteniendo que “las fuerzas americanas no
podrán permanecer más de dos años en Europa... Gran Bretaña no puede asumir sola el esfuerzo de ocupación”.
La medida concreta referida a la incorporación de Francia se expresó en el Artículo IV de la Resolución sobre
Alemania, donde se establece: Se ha convenido que una zona de Alemania, que ocuparán las fuerzas francesas,
será atribuida a Francia. Esta zona será tomada de las zonas inglesa y americana, y su extensión será fijada por
ingleses y americanos tras consulta con el Gobierno Provisional francés. También se ha convenido que el Gobierno
Provisional francés será invitado como miembro para formar parte del Consejo de Control Aliado para Alemania.
Principales resoluciones acordadas en la Conferencia de Yalta:
Alemania sería desmilitarizada y dividida en cuatro zonas de ocupación a cargo de la URSS, EEUU, Gran
Bretaña y Francia.
Alemania, además, quedaría sujeta a fuertes reparaciones financieras y perdería la Prusia Oriental y parte
de Pomerania, quedando su frontera oriental fijada en la línea marcada por los ríos Oder y Neisse.
Se estableció que un tribunal internacional juzgaría a los principales criminales de guerra nazis. Las
medidas adoptadas se llevaron a cabo a través de los Juicios de Nüremberg.
Polonia sería “desplazada” hacia el oeste, anexionándose los territorios que Alemania perdía en el oriente y
cediendo en el oriente los territorios que habían quedado bajo el dominio soviético tras el pacto de no
agresión germano-soviético en 1939. El denominado Comité de Lublin, formado esencialmente por
comunistas, constituirían el núcleo principal del futuro gobierno polaco, aunque también tendrán presencia
los miembros del gobierno provisional polaco pro-occidental con sede en Londres. Como señala, Charles
Zorgbibe, los occidentales terminaron cansándose ante la obstinada posición de Stalin y cedieron respecto
de la extensión de la frontera polaca sobre territorio alemán. Además, los territorios en cuestión formaban
parte de la ocupación atribuida a la URSS.
Con respecto a las Naciones Unidas, se acordó un compromiso sobre la fórmula de voto en el futuro
Consejo de Seguridad, poniendo el énfasis en el papel clave de las grandes potencias vencedoras en la
futura organización de la paz.