ORIGEN DE LA MITOCONDRIA
En efecto, las mitocondrias tienen su propio genoma, ajeno a los cromosomas del núcleo celular. No solo eso,
sino que también tienen su propio ARN y sus propios ribosomas y además se dividen por fisión binaria,
independientemente de la célula que las contiene. Las mitocondrias transmiten información genética a sus hijas,
y cada una contiene varias copias de su genoma dentro de sus membranas. Son como células que viven dentro de
las tuyas.
Hace 2.000 millones de años, antes de que la mitocondria fuese un orgánulo de la célula, era una bacteria libre
que nadaba por el océano. Era una bacteria aeróbica, es decir, capaz de vivir en presencia del tóxico oxígeno e
incluso de usarlo para obtener energía. En un momento dado, esa bacteria fue engullida por otra célula, una
célula nucleada y anaerobia. Sin embargo, en lugar de ser una digerida por la otra, la bacteria y la célula
establecieron una relación de simbiosis. La bacteria aportaba su capacidad de respirar oxígeno y a cambio la
célula eucariota la alimentaba.
Esto es lo que se conoce como teoría endosimbiótica o de endosimbiosis seriada, y fue presentada por Lynn
Margulis en 1967. Además de a las mitocondrias, se aplica también a los cloroplastos (los órganos de las células
vegetales que realizan la fotosíntesis), que habrían sido absorbidos hace entre 1.200 y 1.000 millones de año,
siendo originalmente cianobacterias.
La teoría endosimbiótica explica por qué mitocondrias y cloroplastos tienen ADN: era el genoma original de la
bacteria. Un genoma que con el paso de los milenios fue reduciéndose en tamaño, probablemente cediendo
parte de sus genes al ADN nuclear.
Hay muchos hechos que apoyan esta teoría. Las mitocondrias son muy similares a bacterias actuales: tienen un
tamaño parecido, contienen ADN circular bicatenario cerrado, tienen ribosomas 70S (a diferencia de los 80S de
las células eucariotas que las rodean) y se dividen por fisión binaria. Además tiene doble membrana, lo cual es un
signo de que la mitocondria ha sido fagocitada (pues la membrana exterior se parece a la de las eucariotas y la
interior a la de las bacterias). Por otra parte, se han encontrado similitudes entre el ADN mitocondrial y nuclear,
además de que las mitocondrias son incapaces de sobrevivir fuera de la célula eucariota.