también puede causar déficits sensitivos generales al afectar la proyección talamocortical que se dirige hacia el área
somestésica, o un defecto del campo visual al interrumpir las fibras geniculocalcarinas.
- Un infarto en el brazo posterior de la cápsula interna, por ejemplo, deriva en una hemiplejía contralateral con
los síntomas característicos de una lesión de la neurona motora superior. Existen anomalías semejantes por
debajo de una sección medular completa o una hemisección medular.
a) Los movimientos voluntarios de los músculos afectados son débiles o desaparecen
completamente.
b) En los músculos afectados no se presenta una atrofia profunda, aunque sí existe una atrofia lenta
y progresiva, y pueden aparecer contracturas a lo largo de varios meses si el problema no mejora.
Los músculos no presentan desnervación, de modo que el efecto miotrófico de la inervación motora
que poseen se conserva.
c) El tono muscular aumenta. Este fenómeno (espasticidad) es la consecuencia de la actividad
continua del reflejo miotático, que normalmente se suprime por la actividad de los tractos
descendentes. Los reflejos tendinosos son exagerados. Cuando el médico que lleva a cabo la
exploración intenta realizar la extensión pasiva de una articulación flexionada, se encuentra con
resistencia a causa de la actividad del reflejo miotático. Al aplicar más fuerza, se inicia un reflejo
inhibidor en los órganos tendinosos de Golgi, que responden a la tensión y no a la elongación, y los
músculos se relajan súbitamente.
Este signo clínico se denomina rigidez espástica o en navaja de resorte. La alternancia de
contracciones y relajaciones (clono) también puede presentarse cuando se extiende un tendón. Una
forma de explorar el clono es aplicar una presión profunda en la eminencia de la base del dedo gordo
del pie, con lo cual se realiza una dorsiflexión en la articulación del tobillo, se distiende el tendón
calcáneo (tendón de Aquiles) y se extienden los músculos gemelo y sóleo. Al empujar la rótula en
dirección al pie se puede provocar un clono en el cuádriceps.
d) Con una lesión cerebral, el tracto vestibuloespinal intacto estimula los músculos extensores de la
extremidad inferior paralizada: la extremidad se extiende y gira hacia dentro. La extremidad superior
se mantiene flexionada por el codo y la muñeca, quizás como consecuencia de la actividad de los
tractos reticuloespinales. Una lesión en la médula espinal secciona transversalmente las fibras
vestibuloespinales, y todos los miembros paralizados adoptan posiciones de flexión. e) El reflejo
plantar es anómalo. En condiciones normales, se da la flexión plantar del dedo gordo cuando el
margen lateral de la planta se estimula con un objeto duro. En el reflejo anómalo, que se conoce
como signo o respuesta de Babinski, se produce la dorsiflexión del dedo gordo.